La realidad indica, claramente, que hablar del pasado puede ser molesto. Especialmente si se establecen comparaciones entre el ayer y el hoy; esto puede resultar claro con un ejemplo: la niñez que vivian las personas hace diez o veinte años atras (para no ir mas lejos) y la niñez que viven los pequeños hoy.
¿Cual es la diferencia fundamental? Que hoy resulta imposible para un niño vivir sin tener conexion a Internet las veinticuatro horas por dia, como si sintieran que, al no estar conectados, no tienen realmente existencia real; antes, los niños conseguian formar su personalidad pero no a traves de la red de redes (que no existia) sino de la vida barrial, donde se hacian los primeros amigos y se conseguian los primeros amores (hoy, todo eso, depende nuevamente de Internet y sus salas de chateo).
Si se le preguntara a los niños de la epoca podrian contar maravillosas historias sobre como en los ochenta, los setenta o incluso los setenta esperaban que llegaran las vacaciones para salir a divertirse con sus amigos.
De hecho, la mayoria de ellos contaria que lo mejor del dia era el momento en que podian visitar el huerto de los abuelos (en ese momento cada casa tenia un patio trasero donde estaba el huerto) para comer sus ricas, exquisitas naranjas, la unica golosina realmente popular y gratis.
Los jovenes agricultores de Valencia han decidido recuperar esa tradicion llevando sus naranjas a domicilio con la seguridad que el publico quiere y necesita recuperar ese esquivo sabor de la infancia, ese producto tan sabroso que su olor continua impregnando cada sentido.
¿Porque estas naranjas son diferentes al resto? Porque son criadas de manera natural, sin productos quimicos, dejando que se desarrollen en base al agua, el sol y, por supuesto, la fuerza de la tierra española.
Para saber mas al respecto solo visite la pagina web de la empresa.

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