Aunque pueden citarse primitivos habitantes romanos, lo cierto es que la primera presencia constante en la zona fueron fuerzas musulmanas que buscaban aprovechar lo que consideraban un punto estrategicamente importante para combatir contra los primeros reinos cristianos.
La ciudad fue ocupada por las fuerzas de Fernando II en el año 1169, quien la mantuvo en su poder hasta el año 1174 ayudado, en parte, por los Fratres de Cáceres, una orden de caballeros que se juramentó a defender la fortaleza.
Como sucedió con toda esa región, fue finalmente Alfonso IV quien logró derrotar a los musulmanes en 1229, dandole a la ciudad el fuero definitivo de Villa. Casi inmediatamente Cáceres se llenó de españoles ansiosos por prosperar aunque todavía perduraban en ella muestras arquitectonicas -especialmente mezquitas y antiguos palacios- que recordaban su pasado musulman.
Para actualizar su perfil y fortalecer su impronta española, los habitantes comenzaron a sustituir estos edificios por nuevas construcciones incluyendo grandiosas iglesas que fueron pagadas, en parte, por las fortunas de nuevos ricos que venian de la recien descubierta América.
Durante el siglo XVI, se producira el más importante desarrollo artistico en Cáceres, construyéndose innumerables casas señoriales y hermosos palacios que le permitiran, con los años, convertirse en una de las ciudades mas visitadas por los turistas de todo el mundo.
La inauguración del ferrocarril, en 1881, confirmó la importancia de Cáceres, a quien el rey Alfonso XII dio el rango de ciudad al año siguiente.
En el año 1996, Cáceres fue elegida por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, distinción otorgada a todas aquellas ciudades que conservan su patrimonio arquitectónico.
En el siglo XXI, Cáceres es una ciudad cosmopolita, que ofrece tanto a sus residentes como a sus visitantes, una variada oferta cultural, con servicios de primer nivel, dignos de las mejores capitales del mundo. Por este motivo, el ayuntamiento de la ciudad impulsó el nombramiento de Cáceres como Ciudad Europea de la cultura que, lamentablemente, no logró concretarse.
|