Iglesia de Santa María, Concatedral de Cáceres
Tiene rango de concatedral al compartir sede episcopal con la ciudad de Coria. Es una iglesia gótica, de tres naves. Lampérez la considera del gótico decadente extremeño y Floriano como obra gótica armada con evidentes restos románicos de una fábrica anterior, llegando éste a afirmar que ya estaba en pie la iglesia en el siglo XIII. En el XIV, Marta Martínez de Orellana, que en la iglesia se entierra, dejó dineros para construir la cabecera poligonal. La capilla de San Miguel es del siglo XVI. La de los Blázquez o del Cristo de Santa María, del XV. El coro, del XVI. La torre la labraron en 1554, siendo dirigida por Pedro de Ibarra. En el interior del templo existen enterramientos de Hernán Pérez Golfín, Becerra, Ulloa, Carvajal, Durán, Espadero, Gómez Solís, Godoy, García de Mayoralgo -el de éste y su mujer, Marta Martínez de Orellana, son góticos y de alabastro-, del doctor Rivera -de 1538, del escultor Etor Hernández-. El púlpito de hierro forjado perteneció al convento de Jesús. En 1547 se contrató con Guillén Ferrán y Roque Balduque, ambos de Sevilla, la realización del retablo mayor, plateresco, de vino de Flandes y cedro. La temática del retablo gira en torno a la vida de la Virgen María. Considerado una de las obras cumbres de la escultura renacentista en Extremadura, ambos tallistas invirtieron tres años y medio en su ejecución. En su bonita sacristía de portada plateresca se encuentra el Museo Catedralicio, pequeño, recogido, pero exhibiendo piezas de indiscutible valor por su belleza y buena disposición. Las nervaciones que dividen la plementería de este templo presenta en sus claves y entrecruzamientos todo un catálogo de escudos y símbolos heráldicos de los principales linajes cacereños: Orellana, Espadero, Becerra, Ovando, Golfín, Ulloa, Aldana, Figueroa, Carvajal y Mayoralgo, que se repiten en laudas y enterramientos. Adjunto al templo se encuentra la escultura en bronce de San Pedro de Alcántara, obra del escultor extremeño Pérez Comendador, que inmortalizó en esta obra su propio autoretrato. Pese a que en la imagen no se ve esta estatua tiene los dedos de los pies brillantes por el desgaste, debido a que existe una tradición que dice que si una chica toca los pies del santo se casará con el primer hombre al que toque con esa mano, pero es poco creíble, hace cuatro años se lo conté a una chica, hizo la prueba conmigo ... y desde entonces no la veo. Esta escultura no le ha gustado nunca a ningún director de todas la películas que se han rodado en esa plaza, por eso tiene un cerco de restos de pegamento con el que adhieren el contrafuerte de pega con el que la tapan.
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