Palacio de los Golfines de Arriba A mediados del siglo XV se escinde una rama de los Golfines y se instalan en la parte alta de la ciudad construyendo un verdadero alcázar fortificado, conociéndose el linaje y el palacio con el nombre de los Golfines de Arriba. Acomete la iniciativa el matrimonio formado por D. García Golfín e Isabel de la Cerda que durante la segunda mitad del siglo XV levantan el palacio, de forma cuadrangular con sendas torres en las esquinas, de las cuales todavía se conservan tres, aunque desmochadas. Desde comienzos del siglo XVI se hacen ampliaciones construyendo nuevas dependencias y sobre todo, en tiempos de otro García Golfín, nieto del primero, se promueve la construcción de una gran torre de Homenaje en el centro del palacio, contratada con el cantero Andrés Alonso en 1513, con la que, como ocurre en otros casos, sobre todo se pretende hacer manifestación simbólica de poder y de ostentación, tanto de dinero como de fama. En este caso contó con la oposición de algunos vecinos que denunciaron la obra alegando la prohibición de los Reyes Católicos de 1476, por lo que las obras se paralizan provisionalmente hasta 1516 que se resuelve a favor del promotor de la torre con la condición de no abrir huecos frente a la casa del demandante. La parte baja de esta torre tiene una cámara bastante cerrada y en piso principal una capilla con bóveda de crucería sencilla donde destacan las armas de García Golfín y de su esposa Mencia de Ulloa. Desde ese nivel hasta la terraza la torre es enteramente hueca y sólo está ocupada por los distintos tramos de escalera que suben hasta la terraza. Su interior es un auténtico museo de bellas antigüedades y viejos recuerdos. En las caballerizas y patio posterior se ha instalado un elegante restaurante.
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